Las corrientes migratorias han moldeado a lo largo de las dos últimas décadas la agenda política hispano-marroquí. Las dinámicas de la movilidad de población entre ambos países han conformado un entramado de acuerdos políticos especialmente fructífero, muy sensible, sin embargo, al estado de las relaciones diplomáticas entre ambos países. El propósito de este estudio es analizar los vínculos entre los flujos migratorios, la conformación de la política de inmigración y los efectos de ambos procesos en la regulación, el control y la conformación política de los sistemas fronterizos. En este análisis prestaremos especial atención a tres elementos vinculados con la seguridad, la dinámica económica y la soberanía: a) el control de los flujos migratorios, b) los sistemas de importación de trabajadores para cubrir las demandas del mercado laboral y c) la creación de un modelo inducido de movilidad fronteriza diferenciada en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.