En Europa hemos asistido a un descuido relativo de la región del Golfo Pérsico, rica en energía. Dosieres más tradicionales en Medio Oriente como son el Partenariado Euro-Mediterráneo o el conflicto Árabe-Israelí atrajeron una mayor atención. Si siguen actuando como estados nación individuales, los europeos tendrán cada vez mayores problemas a la hora de mantener sus intereses ante unos EE.UU. bien establecidos y una Asia emergente en la región.
En menos de dos décadas, Qatar se ha convertido en el líder de los mercados globales de gas natural, y ha acumulado una cantidad considerable de poder blando a través de iniciativas en los medios de comunicación, la educación y la cultura. El canal de televisión vía satélite Al Jazeera, la Qatar Foundation, o la celebración del campeonato mundial de fútbol en 2020 son casos ilustrativos de este liderazgo.