Esta novela testimonio del escritor egipcio Talat Shahin nos acerca al drama de un hombre que se enfrenta a la enfermedad y al cambio en su vida. Una trama interesante y una historia cercana para cualquier lector.
“Sentí mi cuerpo flotar, pero los párpados me pesaban. Una luz tenue y unas voces lejanas se perdían en el blanco de la pared, en las cortinas, en el techo. Intenté leer qué ocurría a mi alrededor a través de aquellas voces, con la desconfianza de que fueran reales. Quizás solo eran fruto de mi imaginación o de un instante de ausencia. Probé a abrir los ojos para seguir el susurro de la noche del otro lado de la ventana. A lo lejos se acercaba una luz, y con ella el ruido de un tren deslizándose por los raíles. Una voz por megafonía: “El tren destino Villalba se encuentra estacionado en vía dos. El tren destino Alcalá de Henares se encuentra estacionado en vía uno”. ¿Dónde estoy? ¿En una estación de trenes, tal vez? Se me venían preguntas a la cabeza sin poder discernir la realidad, ni tan siquiera algunas verdades de esa realidad que me llevaran a saber dónde me encontraba realmente. No recuerdo haber ido a ningún lugar fuera de Madrid de donde salieran trenes en dirección a la capital o que procedieran de allí. Lo único que recuerdo es estar en un avión que despegó en El Cairo y haber abandonado el aeropuerto de Madrid arrastrando un extraño peso en mi pie izquierdo para el que no tenía explicación. Después de eso, ya no recordaba nada.”